Después de unos meses trabajando con FPLAN, he cambiado mis hábitos alimenticios modificando la forma y la cantidad en la ingesta de alimentos. Al principio notaba como perdía algo de fuerza y sentía ligeros mareos, pero con el paso del tiempo mi cuerpo se acostumbró y empecé a notarme cada vez más activo y rápido a la hora de afrontar mis entrenamientos.
Los cambios físicos no tardaron en aparecer, perdiendo 4 kilogramos en dos meses y reduciendo notablemente el porcentaje de grasa. Ahora toca seguir ajustando mi alimentación para seguir haciendo progresos.